Fotografía: www.mexico.cnn.com |
La exposición a una o varias sustancias tóxicas en una dosis única alta (ej. la fumigación de nuestro puesto de trabajo), en varias dosis menores (ej. el trabajo en entornos especialmente químicos como peluquerías, empresas de pintura, de limpieza, etc.) o a una dosis baja pero continua (ej. a través de la comida, el agua, el aire, el aseo personal, la ropa, la colocación de amalgamas dentales…). El ámbito es sobretodo laboral, doméstico o un accidente casero.
Cuando el cuerpo se sensibiliza a la exposición de químicos sintéticos y a partir de entonces deja de tolerarlos y responde de forma anormal. El proceso se denomina “pérdida de tolerancia inducida por tóxicos” (TILT) -2-.
¿Cómo se inicia?
Tras la exposición al desencadenante se presenta en dos fases:
- De iniciación.- En que la persona suele presentar de forma brusca signos irritantes de mucosas, dermis y/o vías respiratorias -3- y a partir de entonces su reactividad se amplifica y “generaliza” a otros químicos no relacionados con los iniciales (spreading), mientras los síntomas aumentan y el olfato se sensibiliza.
Además aparecen intolerancias medicamentosas, alimentarias, sensitivas (a olores aún naturales, sonidos, luz solar, vibraciones, cambios de temperatura…) y al alcohol, entre otros. - De provocación.- Donde la exposición o ingestión de agentes provocadores, aún a dosis mínimas desencadena a partir de entonces la aparición o agravamiento del cuadro de manifestaciones que conforma la enfermedad.
¿A qué órganos afecta?
Sobretodo al cerebro, a nivel del sistema límbico y el córtex (sistema nervioso central). También pueden verse alterados órganos de otros sistemas como el respiratorio, cardíaco, endocrino, músculo-esquelético, gastrointestinal, dérmico, ginecológico, otorrino...
¿Cómo actúa?
Según diversos estudios -4-, el proceso es como sigue:
- Acceso del químico al sistema nervioso central, vía tracto olfatorio-sistema límbico.
- Excitabilidad de las neuronas límbicas. Aumento de la reactividad, que a su vez refuerza la excitabilidad.
- Cambios en la actividad de las neuronas límbicas y de la estimulación cortical.
- Alteración de un amplio espectro de conductas y desregulación de funciones fisiológicas.
- Producción de síntomas persistentes de tipo orgánico (NO psicosomático), cognitivo y afectivo.
En conclusión, el cuerpo va llenándose de forma rápida o progresiva de una carga tóxica que, cuando rebasa el límite de tolerancia, aparece la SQM. Tras ello, el proceso se profundiza y cronifica.
¿Qué síntomas presenta?
Son variables en tipo y cantidad, según la persona -5-, pero siempre se ve afectado el sistema nervioso central.
Agentes Desencadenantes
Son muchos, sobretodo los que tienen “olor” (fragancias).
Colonias, productos de limpieza, de aseo personal, cosmética, detergentes, suavizantes, papel impreso, agua del grifo, humo de tabaco, derivados del petróleo, telas sintéticas, material de construcción, pinturas, ambientadores, lugares no ventilados, rotuladores, óleos, disolventes, plaguicidas, elementos recién comprados (ejs. muebles, coches…), moho, antipolillas, polvo, moquetas, sprays, insecticidas…
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-Fernández-Solà J, Nogué S (2007) Sensibilidad química y ambiental múltiple. En: Jano. 1662:27-30 [nota: con cuestionario QEESI resumido].
-García F, Cuscó AM (2006) Intolerancia química múltiple. En: Abriendo camino: principios básicos de fibromialgia, fatiga crónica e intolerancia química múltiple. Barcelona: Tarannà. p. 233-69.
-Ortega Pérez A (2005) Sensibilidad a múltiples compuestos: una enfermedad comúnmente inadvertida. En: Med Clin (Barc) 125:257–62.
-Prada C (2009) SQM, el riesgo tóxico diario. Madrid: Fundación Alborada.
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