jueves, 27 de noviembre de 2014

LO SEMEJANTE ATRAE A LO SEMEJANTE

El principio de vibración "Lo semejante atrae a lo semejante", Deepak Chopra


Fotografía: Lavanda, ButterflyCapasia
LA SABIDURÍA DE LA NATURALEZA
La piel es un órgano vivo, por lo cual las sustancias químicas inertes no pueden devolverle la vida. Las moléculas sintéticas no tienen inteligencia, o “conocimiento” inherente de las células de los organismos vivos, que les permiten preservar el equilibrio y la estabilidad interna. Para que sean “vivos” las composiciones y los remedios tópicos para la piel deben   estar hechos únicamente a base de plantas, o cualquiera de sus partes o extractos puros, los cuales son equilibrados por naturaleza y rebosan de inteligencia -energía vibratoria- de la cual está hecha la VIDA

 
Por tanto, para que una composición funcione se necesita, el equlibrio de las fuerzas vitales -” la delicada red de la inteligencia”- que estructuran y mantienen el cuerpo de la planta misma. Una molécula, de cualquier planta/flor, por ejemplo, es químicamente la misma, se encuentre en la naturaleza o se sintetice en el laboratorio. Sin embargo, una de ellas está viva mientras que la otra no. Separada de la fuente de su inteligencia, la molécula sintetizada en el laboratorio carece de “savoir faire” para satisfacer las exigencias infinitamente cambiantes de la vida y cumplir con sus reglas precisas de etiqueta; se encuentra literalmente por fuera del círculo del complejo sistema de retroalimentación del cuerpo. Cualquier composición llega al torrente sanguíneo, las sustancias se mueven como una danza, éste proceso falta cuando reemplazamos una composición viva por una composición sintética.

Fotografía: Flor de Lavanda, ButterflyCapasia



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