viernes, 27 de septiembre de 2013

MIEL, NARANJA, PEPINO ...!

Mascarillas naturales para la piel 

Fotografías: www.freetime.com
                                                   

El nuevo curso ha comenzado! Una de la tareas pendientes consiste en reparar la zona que ha sido más castigada durante los meses de verano: la piel.

Los rayos solares, el cloro, el mar... han podido dar lugar a que nuestra piel adquiera una textura grisácea y apagada. Pasados unos meses, si no hacemos nada por remediarlo, las secuelas podrían ser
mucho peores. Si a ésto le sumamos la vuelta al estrés y el frío, el proceso de recuperación se convierte en el cuento de nunca acabar. Por eso, es mejor ponerse ¡manos a la obra cuanto antes!
 
Renovar las células de la piel es prioritario para un buen comienzo. Hidratar, nutrir intensamente y administrar una buena dosis de vitaminas te ayudará a pasar este invierno mucho más protegida y con un aspecto saludable.
 
Uno de los mejores caminos para hacerlo pueden ser las mascarillas naturales.

Me cambio de piel


Antes de comenzar debemos tener el terreno preparado. En el caso del cutis es imprescindible deshacerse de las impurezas y las células muertas que han provocado la deshidratación. La exfoliación es la mejor forma de cambiar de piel y descubrir nuestra belleza natural atenuando imperfecciones y marcas, y puliendo el cutis.
 
-Mascarilla dulce. El azúcar es su ingrediente principal. Humedece tu rostro bien limpio y coge una cucharada de azúcar de grano fino. Frótala un poco en tus manos y después aplícala por el rostro con movimientos circulares, siempre hacia arriba. Es un método muy sencillo y rápido.
 
-Mascarilla sabrosa. Coge una zanahoria pelada, trocéala y pásala un poco por la licuadora hasta que se forme una pasta con textura. A continuación, mézclala con un poco de crema hidratante de día. Aplica la mezcla sobre el rostro y déjala reposar durante 15 minutos. El resultado será una piel renovada y con mayor vitalidad.

Re-hidratación a punto


Si notas que tu piel se empieza a caer a pedacitos, bienvenida a la etapa de la descamación. Es muy común en los meses posteriores al verano y se debe a que ha perdido bastante agua como consecuencia, sobre todo, de la exposición al sol. No sólo las pieles secas deben hidratarse, también las grasas, las mixtas y, por supuesto, las normales.
 
Una mascarilla hidratante, una vez por semana, te salvará de pasar el invierno con sequedad y tirantez.  Para un resultado inmejorable, puedes alternar semanalmente la aplicación de esta mascarilla con la siguiente receta.
  
Ingredientes:
 
-Medio pepino.
 
-Una cucharada de yogur natural.
 
Introduce ambos en la licuadora y después extiende la mezcla por tu rostro. Déjala actuar 20 minutos y aclara con agua fría para cerrar los poros.
 

Nutrición a medida

Otra de las tareas pendientes para esta temporada es reponer los nutrientes que la piel ha perdido en las vacaciones de verano. Son aquellos elementos que hacen que nuestra piel irradie luz, se muestre tersa y uniforme.
Lo mejor para este fin es una mascarilla nutritiva capaz de devolver estas virtudes a la tez.
 
Ingredientes:
 
- Una yema de huevo batida.
 
- Una cucharada de miel y aceite de oliva.
 
Mezcla bien los ingredientes hasta obtener una pasta homogénea y aplícala en tu rostro durante 20 minutos. Para finalizar aclara con agua tibia.
 
 

Enciende tu luz

Cuando tantas horas de sol hacen mella en tu piel dejándola deshidratada y apagada, lo mejor es una ración extra de vitamina C. Una de las vitaminas más completas desde el punto de vista de la belleza y la salud. Son cuatro sus propiedades fundamentales: energizante, antioxidante, regenerante e iluminadora. Sin olvidar sus beneficios contra el envejecimiento, posee, además, la capacidad de reestablecer el equilibrio natural de la piel.

Aplicada como mascarilla natural es perfecta para rostros opacos y deshidratados.
 
Ingredientes:
 
-Un zumo de naranja.
-Unas cucharadas de miel.
Removemos el preparado y lo extendemos por el rostro dejándolo actuar durante diez minutos. A continuación lo retiramos con agua tibia.

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